Misión cumplida
En
sus marcas, listos… Así comenzó una nueva aventura de 42.195 kilómetros.
Misión
cumplida, siempre lo digo al terminar una meta, esta vez lo repito –misión cumplida-,
porque logré cruzar la meta de mi maratón número 11.
La
Ciudad de México aún dormía cuando miles de corredores ya estábamos reunidos en
CU para iniciar esta aventura llamada maratón. Al despuntar el alba dieron el
disparo de salida, ya con la luz del día crucé los primeros 10K, conforme
aumentaba el calor veraniego avanzaba, el Ángel de la Independencia me recibió
al 35K y cuando llegué al monumento a la Revolución el aliento era poco y el
corazón latía a mil, con el Sol en plenitud pasé Bellas Artes, de ahí al Zócalo
con la emoción de SÍ SE PUDO, al ver la meta me hinché de emoción y al cruzarla
las lágrimas me invadieron.
Como
lo dijo el estadounidense Dick Beardsley; “Cuando cruzas la línea de meta, no
imporata como de lento o rápido, cambiará tu vida para siempre”.
Entrenamiento,
tenacidad y constancia me hicieron lograrlo,
cada desmañanada, cada zancada en el bosque, la montaña y la ciudad
valieron la pena, pero no sólo es lanzarte a correr para entrenar, detrás hay
un trabajo integral que incluye alimentación y preparación mental.
Gracias
a Benjamín Paredes Runners Team por la guía, a mi health coach, a mi novia, a
mi familia y amigos por todo su apoyo.
Nos
vemos en 2020 para la segunda medalla de seis.